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La CNMC ve ‘dificultades’ en la instalación de los nuevos contadores digitales de luz

La CNMC ve ‘dificultades’ en la instalación de los nuevos contadores digitales de luz

El presidente de la comisión señala que la medida «tropieza en el nivel de detalle» en cuanto al nuevo mecanismo de relación de precios y destaca la complicación de la incorporación de todos los usuarios al nuevo sistema
El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, ha afirmado este jueves en su intervención en el Senado que existen «dificultades» en la instalación de los nuevos contadores digitales de electricidad.
En concreto, Marín Quemada ha señalado, en relación al nuevo mecanismo de relación de precios, que «se ha dado un paso adelante, pero que tropieza en el nivel de detalle»«La realidad es que hay veintisiete millones de consumidores, de ellos siete millones cuentan con contadores digitales y el resto debería incorporarse en los próximos años. En este sentido está habiendo dificultades», ha explicado.

Así, el presidente del organismo regulador ha destacado que «lo lógico es que el consumidor sea capaz de discriminar» y que «puedan elegir cuándo poner la lavadora en su casa», por lo que ha apuntado que hay que obligar a las compañías eléctricas a que «doten a los consumidores de estos contadores».
En cualquier caso, Marín Quemada ha indicado que el nuevo mecanismo «es un cambio valiente y con desafíos», y que se ha pasado a un sistema «mucho más pegado al mercado, al día a día de los precios, más próximo a otros países y a la libertad inherente del mercado».
De la misma forma, el presidente de la CNMC ha declarado que los altos precios eléctricos en España «son herederos de la política energética de muchos años» y de decisiones como el parón nuclear, la construcción de una serie de instalaciones de ciclo combinado y el establecimiento de un programa, «en su día puntero», de energías renovables. Con respecto a esto último, Martín Quemada ha subrayado que el 90% de las placas solares que se producían en el mundo tenían como destino España como consecuencia del «efecto llamada» de aquella normativa.
Fuente: FACUA